Una decepción: "Tú no eres quién para juzgarme a mí"

Tras muchos libros buenos y buenísimos, alguna decepción tenía que llegar. Lo sabía pero aún así… De hecho, no iba ni a reseñarlo. Pero ya que hablo de los buenos y parece que todo me gusta, voy a poner que es lo que no me gusta nada, de nada, de nada como lectora.

El libro está escrito por Carmen Artaloytía y editado por Editorial Ringo Rango. Es una editorial de autoedición y, por lo que he podido comprobar, no hay ni unos mínimos exigidos. No ya de calidad literaria, sino de corrección ortográfica. El libro tiene muchos errores ortográficos más de los deseables y soportables.

En cuanto a la historia. Bueno, de fondo no está mal. Pero si vamos a los detalles… Los personajes son absolutamente planos. Y, si hay un atisbo de cambio, como en las historias ‘boller‘ al uso, viene muerte. De modo que nos seguimos quedando con los personajes que no evolucionan. Y así, hasta el final. Que por no cambiar no cambia ni la forma de vestir.

Tampoco cambian los relatos eróticos. Todos son un calco del anterior. Y todos acaban con «y el sueño nos invadió» o frases similares. No voy a entrar en detalles. Pero de tan pobre que era, cuando veía que se avecinaba escena de sexo, saltaba las páginas.

Por otra parte, el libro recibe el título de un supuesto artículo periodístico escrito por la ganadora y que, curiosamente, recibe un premio. El supuesto artículo, que podemos leer íntegramente, parece más bien una carta al director. Como periodista me ha enfadado profundamente que «eso» se piense que es un artículo decente ¡¡Tan decente como para ganar un premio!! Esa parte me enfadó muchísimo. Parece el argumento de la más burda novela para adolescentes: «Joven escribe artículo (una basura de artículo, por cierto) sin pretensión alguna y con él, salta a la fama».

Las historias tampoco me han convencido. Parece que la autora quisiera contar mucho en poco tiempo. Hay saltos temporales sin sentido. Historias que avanzan y episodios que incluso finalizan en una sola frase.

Y faltan datos para poder dibujar a los personajes. No sabemos dónde viven. No sabemos en qué año estamos. No sabemos cuánto duran las historias que nos cuenta.

En fin, «Tú no eres quién para juzgarme a mí» es un cúmulo de letras.

Nunca me cansaré de que el lesbianismo se refleje en novelas porque todo ayuda a la normalización. Pero para colmo esta novela desprende un tufillo misógino y homófobo que hace que no me crea nada de lo que hay en ella.